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#Curiosocial: La donación de órganos

Si echamos la vista atrás, vemos que ya en el siglo VII a.C. en la India encontramos métodos para reconstruir una nariz amputada a partir de los tejidos frente. En la China del siglo XI, se practicaba la cirugía con anestesia, transplantando órganos dañados. No conocían la incompatibilidad de los órganos, por lo que es probable que a menudo las operaciones acabasen con la muerte del paciente. El primero en darse cuenta de este problema fue Gaspare Tagliacozzi, nacido en Bolonia en 1545 y considerado padre de la cirugía plástica.

Hubo que esperar al siglo XIX para que los trasplantes se convirtiesen en una realidad. Varios factores clave convergieron para que la posibilidad fuese algo palpable: el francés Louis Pasteur, con sus investigaciones en microbiología y el hallazgo de las tipologías sanguíneas por parte del austríaco-estadounidense Karl Landsteiner se unieron a un progreso técnico generalizado en la forma de mejores métodos quirúrgicos, nuevas medidas de higiene y una preservación más duradera de los órganos a injertar.

Con la llegada del siglo XX llegaron también los éxitos más avanzados: en 1905, un trabajador que se había quemado con cal viva recibió un trasplante de córnea de un niño de once años, recuperando la vista en cuestión de horas. Las guerras mundiales, con su enorme cantidad de muertos y heridos, también supusieron un impulso para la medicina, sobre todo la estética. En 1954, ya conocida la estructura del ADN, se realizó un trasplante de riñón entre gemelos. Durante la siguiente década se lograron ejecutar con éxito trasplantes de médula ósea, hígado, pulmón, páncreas, intestino y corazón. La auténtica revolución llego en 1972, cuando Jean François Borel desarrolló la ciclosporina, un fármaco inmunosupresor que reducía las posibilidades de rechazo del órgano ajeno.

A día de hoy, ya prácticamente dominado el arte de los órganos “automáticos” esto es, que funcionan sin que nosotros tengamos que ordenárselo conscientemente, la asignatura pendiente en materia de trasplantes son las neuronas. A diferencia del resto de células del cuerpo, que se multiplican constantemente a lo largo de nuestra vida, las neuronas rara vez se reparan o sustituyen, lo que explica que tras sufrir ciertas lesiones que dañan los nervios la circulación de la sangre y otras actividades de nuestras extremidades se mantenga pero no podamos controlarlas. Aún no podemos fabricar brazos o piernas enteros a partir del ADN del paciente, pero los tratamientos más prometedores parecen ser los basados en células madre, cuyo objetivo es reducir el siempre presente rechazo del cuerpo de receptor al órgano recibido.

(Si esto te da esperanzas de que en el futuro puedas hacerte un trasplante de cerebro para ser más listo, sentimos decirte que eso es imposible. Tu cerebro eres tú. En el mejor de los casos, y esto ya es fantasía, podríamos mover tu cerebro a un cuerpo nuevo. Más listo no, pero más guapo quizá).

Y te recomendamos que estés pendiente de las noticias en lo referente a los trasplantes, ya que como España es uno de los países pioneros en donación de órganos, puede que te encuentres con uno de estos avances antes de lo que pensamos. ¿No te lo crees? Según datos de 2019, en ese año en todo el mundo se produjeron 146.840 trasplantes de órganos, un 6% más que en 2018. La donación en asistolia o parada cardíaca fue la gran responsable de este crecimiento, y de España procedía la friolera del 37% del conjunto de la Unión Europea. Y es que en España hay una tasa de donantes de 49,6 por cada millón de población, lo que nos ha colocado como líderes mundiales durante los últimos 28 años. Siendo el 9,1% de la población de Europa el 0,6% del mundo, proporcionamos el 20% y el 6% de las donaciones, respectivamente.

En cuanto al ejercicio de trasplantes, nos gana Estados Unidos por muy poquito:  117,4 trasplantes p.m.p. frente  a 123,4.

La tendencia, obviamente, se ha visto frenada por culpa de la pandemia, pero no detenida, gracias a la labor de los profesionales de la medicina, el establecimiento de protocolos claros para la evaluación y selección de posibles donantes y receptores y el establecimiento de circuitos libres de COVID

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