Hoy, 22 de septiembre, es el Día Internacional de la Lengua de Signos. Esta lengua la utilizan aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad auditiva o dificultad en el lenguaje oral. Este tipo de comunicación se lleva a cabo a través de los gestos y la vista. Además, no es totalmente distinto al lenguaje oral, sino que cuenta con ciertas similitudes. De hecho, la Lengua de Signos tiene vocabulario propio, sintaxis, gramática y estructura en las oraciones.
La Lengua de Signos se utiliza desde los inicios de la humanidad, puesto que cuando dos personas usaban gestos para comunicarse ya estaban usando este tipo de lenguaje. Con el transcurso de los años ha ido evolucionando lentamente, pero es en la segunda mitad del siglo XVII cuando se publica el tratado Escuela española de «sordomudos» o arte para enseñarles a escribir y hablar el idioma español.
Actualmente, al igual que ocurre con el lenguaje oral, hay una gran diversidad de lenguas de signos. Por ejemplo, en España se pueden diferenciar la lengua de signos española y la catalana. En el caso de Reino Unido y Estados Unidos ocurre lo mismo. Aunque el lenguaje oral sea muy parecido, el lenguaje de signos cambia bastante de un país a otro. Un dato curioso es que la LSE (Lengua de Signos Española) evoluciona y va transformándose.
¿El lenguaje de signos es universal? No exactamente. Es cierto que el Sistema de Señas Internacional se usa entre personas de distintos países de forma auxiliar, usando señas muy características que suelen provenir del idioma que proceden. Aunque, como ocurre en la comunicación oral, dependiendo del país se pueden diferenciar distintos idiomas en la lengua de signos.
En España, se puede aprender este tipo de lenguaje en la web del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española. También hay material didáctico en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes y en Youtube.
